Las tres residencias en Cuba
¿O quizás dos residencias y medio?
En Cuba hay tres tipos de residencias o quizás dos y medio, todas vinculadas intimamente con el dilema histórico de la doble moneda. Claramente un extranjero puede tener varias razones para residir en Cuba o desempeñar determinadas funciones que le otorguen este derecho, porque nadie puede residir en Cuba sin una razón válida. Por esa razón se han clasificado varias situaciones migratorias, por ejemplo hay varias visas de turismo y, de igual manera, varios tipos de residencia: temporal laboral, temporal de estudiante, permanente, refugiado político y diplomático. Sin embargo las más conocidas (y las más acogidas), son tres y en esta página nos ocuparemos de describirlas y compararla, sin dejar de mencionar a las demás.
Residencia temporal de trabajo
Es una residencia que se le da a todo aquel que viene a Cuba a trabajar, ya sea para cumplir una función como dependiente de una empresa mixta (y en ese caso la empresa debe tener más de un milión de dólares de facturado por año para tener empleados extranjeros), como negociante, como empresario o como representante de alguna firma extranjera. En esa categoría también entrarían los diplomáticos, si no fuese que estos últimos tienen un estatuto migratorio aparte, sin contar las cortesías y las inmunidades diplomáticas que los benefician. Estos residentes pueden tener propiedades y servicios a su nombre, líneas telefónicas en moneda libremente convertibles, ser miembros anuales del Club Habana, importar un container de efectos personales y adquirir hasta dos coches, entre otros derechos.
El inconveniente con este estatuto migratorio es que todos esos derechos se pierden una vez terminadas o cumplidas las funciones que dieron lugar a esa residencia. Toda empresa mixta es destinada a ser nacionalizada al cabo de unos cuantos años después de la recuperación del capital invertido, eso le ha pasado a muchas cadenas hoteleras, a la panadería Pan de París (ahora Dulcinea), a la empresa de telecominicaciones ETECSA y a muchas más. Todo el personal extranjero de esas empresas ha visto llegar el fin de su residencia y ellos tuvieron que venderle todas sus propiedades al estado.
Claro no todo residente temporal tiene una fecha de vencimiento, también existen los empresarios de empresas con capital totalmente extranjero, por ejemplo, las agencias de viajes extranjeras, que no tienen vencimiento y pueden prorrogar su estancia a voluntad, siempre que sigan teniendo un tour operador que las represente.
Por lo general los residentes temporales por motivos de trabajo son turistas a todos los efectos, pero con estancias más largas y efímeros derechos para adquirir propiedades y servicios a su nombre. Tienen sin embargo las mismas obligaciones que los turistas, tienen que pagar seguro médico (desde mayo del 2010), a todos se les cobra en moneda libremente convertible, y hasta sus carros tienen placa distinta que comienza con la letra K. Aunque estas placas tengan pinta de ser personales, en realidad ¡todas son estatales!
Además los residentes temporales por motivos de trabajo no pueden alquilarse en casas de rentas normales, sólo pueden residir en casa de sus cónyuges - si están casados - o en las llamadas residencias estatales. Se trata de casas o residences del Estado que tienen el objetivo de rentarle a esos tipos de residentes, claramente como usted se lo imagina, por precios exuberantes mucho mayores que cualquier casa particular.
Residencia de estudiante
Esa es otra forma de residencia temporal, que esta vez vence con el terminar de los estudios y correspondería a la parte del ½ en el título de este artículo, ya que, como veremos, tiene muchas limitaciones que la caracterizan. La reciben, obvio, los estudiantes extranjeros, ya sea los becados que estudian gratis en Cuba por convenios estatales o becas específicas o estudiantes que pagan sus carreras (una carrera universitaria cuesta un promedio de 4000 dólares al año).
En el pasado, este estatuto migratorio era muy similar a la residencia de trabajo, lo que ahora la hace diferente son sus limitaciones, por ejemplo, los estudiantes ya no pueden adquirir un coche y además pueden hospedarse en albergues estudiantiles o en casas particulares cuyo precios son muchos menores respecto a las casas que se arriendan a los turistas, puesto que, declarando que se le renta a un estudiante, el impuesto que pagar es mucho menor porque la ganancia es mucho menor. Además otros servicios resultan limitados y un estudiante no puede hacerse miembro del Club Habana (reservado a los diplomáticos y a los empresarios con sus dependientes), ni residir en las costosas residencias donde se rentan los empresarios (claro, ¿con qué dinero? Usted es un estudiante y se supone que no puede darse la gran vida).
Estas limitaciones y otras son debidas al hecho de que, a principios de los años 2000, muchos estudiantes hacían negocios con los vehículos que compraban o con las cuentas de internet, cediendo estos bienes y servicios a personas no autorizadas (cubanos, turistas) a cambio de una retribución monetaria. El gobierno cubano le puso fin a esos comercios y ya hoy en día los estudiantes no tienen ni la midad de los derechos que tenían antes. Además, muchos extranjeros sacaban una residencia de estudiantes sólo para comprarse un coche o porque no podían obtener la residencia de trabajadores ya que, como ya se ha dicho, para tener empleados extranjeros una empresa debe tener un gran facturado anual (superior al millón) y cierto número de personal cubano por cada funcionario extranjero. Por lo tanto, obtener la residencia como trabajador o técnico extranjero es muy difícil y no todos pueden ser empresarios, porque en Cuba, cuando se habla de inversiones, se habla de cadenas completas y grandes negocios.
Otros tipos de residencias
También los refugiados políticos, los religiosos o los pacientes que vienen a atenderse en Cuba por convenios entre países (típicamente entre Cuba y Venezuela) y otras minorías, tienen una situación migratoria parecida a la de los estudiantes, con similares limitaciones que el autor de este artículo desconoce por completo. Esos son casos aislados y no muy comunes, por esta razón no es posible listar todos los detalles exactos sobre las ventajas y las desventajas de cada residencia posible.
La residencia permanente
Esta es la más natural. Tener la residencia permanente no quiere decir perder una ciudadanía y tampoco quiere decir que no podremos salir más de Cuba. Sólo quiere decir que, la residencia permanente dura hasta que usted quiera irse y no termina con el terminar de su función, siendo justamente "permanente".
A pesar de que hemos incluído en este sitio una descripción detallada de la residencia permanente en Cuba, auqí nos preocuparemos principalmente de definirla comparativamente a las otras residencias.
Los extranjeros residentes permanentes en Cuba son cubanos a todos los efectos (excepto en la ciudadanía, ya que Cuba no la da por naturalización, sino sólo por nacimiento), tienen todos los derechos y los deberes que los cubanos. No pierden sus propiedades si dejan el país, incluso si pierden la residencia (todo eso no se podía hacer, ni siquiera se podía comprar y vender una casa o un coche antes de las reformas legales que han tenido lugar en el 2011). Pueden salir de Cuba (antes hasta 11 meses, hoy en día hasta 24 meses), sin perder los derechos, no tienen que pagar seguro médico ya que - al igual que los cubanos - reciben asistencia médica gratuita, no pagan los estudios e incluso reciben su canasta básica y toda la economía (incluyendo la ganancia que oficialmente ya no es en moneda libremente convertible), es en moneda nacional.
¿Quien puede aplicar para la residencia permanente? Principalmente son los extranjeros que han contraído matrimonio con una persona nacional o que tengan hijos mayores de edad u otros vínculos familiares directos con nacionales u otros residentes permanentes. El único inconveniente de esta residencia es que no se puede solicitar sin vivir en casa del cónyuge (o de un familiar del mismo) o sin presentar evidencias del hecho que se va a comprar una casa donde el candidado vivirá. Cada residente permanente o cubano puede tener dos casas, una en la ciudad y otra para vacaciones. Es muy difícil que el gobierno venda casas a nacionales o a residentes permanentes, por lo tanto las únicas soluciones parecen ser éstas.
Otro inconveniente de la solucitud de residencia permanente es que el candidato debe demostrar que tiene una solvencia económica que le permita vivir en Cuba o proporcionar evidencias de que tendrá un trabajo en el país y eso tampoco está al alcance de todo el mundo.
Conclusiones
En unos de sus primeros discursos después de su ascenso a la presidencia de Cuba, Raúl Castro calificaba la doble economía como insostenible y el uso de una sola moneda como sulución a largo plazo, anunciado sin embargo que se trata de un proceso lento que no va a ocurrir del día a la mañana. Otra de las cosas que están previstas para más adelante es permitir a los extranjeros la adquisición de propiedades en el terrotorio nacional. Pero esto es aún un rumor, no hay nada oficial que lo compruebe.
Claramente, si algún día la economía se unifica, es posible que también se vayan a unificar las residencias, ya que la diferencia fundamental entre ellas, aparte la temporalidad, es la taxación en moneda nacional o en moneda dura.
Sobre el autor
